La tercera y última entrevista que les compartimos es la de Juan José Cordero quien nos cuenta sobre su experiencia de movilidad en la Universidad Nacional de San Martín en Buenos Aires, Argentina.
Desde que ingresé a la carrera de arquitectura me interesó la posibilidad de realizar un intercambio en otro país gracias a varios de los testimonios que algunos de los estudiantes más avanzados contaban en las charlas informativas. Debido a la pandemia, fueron dos años en los que tuve que posponer los planes de participar, sin embargo, esto me permitió realizar el intercambio con un mayor conocimiento de la carrera.
Argentina fue una de las dos opciones que tuve en mente para realizar mi movilidad estudiantil. Al final la elegí porque siempre me ha llamado la atención y sabía de la gran diversidad que posee; además me ilusionaba vivir en otro país latino y ésta era la opción que más se adecuaba a mis propósitos. Elegí a la UNSAM porque tenía claro que quería vivir en la ciudad de Buenos Aires y esta fue una de las mejores opciones que encontré entre los convenios existentes.
A pesar de ser también un país latinoamericano, presentía que la experiencia iba a representar un cambio radical fuera de mi zona de confort y esto, aunque asusta en primera instancia, también me emocionaba porque sabía que de una u otra manera iba a aprender muchísimo.
Cursé Taller de Diseño y una optativa acerca de la Psicología del Arte.
A nivel académico pude notar grandes diferencias principalmente en su metodología y la manera de atacar los problemas de diseño que, claramente, se ven influenciados por la manera de pensar de los profesores del curso. A nivel social pude notar que al tratarse de una universidad más pequeña, las clases se desarrollan de manera más íntima en un aula y en ocasiones al haber solo un grupo, ya existen equipos de trabajo establecidos por los mismos estudiantes desde los primeros cursos de la carrera.
Buenos Aires ofrece un sin fin de actividades que enriquecen la vida urbana y un aspecto que me impresionó bastante fue el fácil acceso al arte, a museos, a zonas de recreación y deporte, pues muchas son de carácter gratuito incluso para los extranjeros. Gracias a esto pude visitar muchos museos, bibliotecas, jardines botánicos, eco-parques y algunos edificios históricos de la ciudad. Tuve la oportunidad de visitar también la FADU que es la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires, y ahí me encontré con una dinámica más similar a nuestra escuela de arquitectura, con grandes talleres abiertos y por supuesto, muchísimas personas en cada clase.
Dejando de lado el aprendizaje que obtuve a nivel académico, lo que más valoro de esta experiencia es la gran curva de crecimiento personal que representa vivir por unos meses en otro país, enfrentarse a una realidad distinta hace que uno aprecie el encanto de otra cultura y al mismo tiempo valore la propia. Volví con muy buenos recuerdos de Argentina y sobre todo con muchos contactos de personas increíbles al sur del continente.
Joya, Zarpado, Copado
Las tres son palabras del lenguaje coloquial argentino, las usan a diario para expresar que algo está bien, que les encantó, que es increíble o muy “cool” y pienso que resumen perfectamente mi experiencia de movilidad estudiantil.
Si se les presenta la oportunidad de poder realizar un intercambio estudiantil, les aconsejaría que no duden en vivir la experiencia, son oportunidades que de verdad abren muchas puertas de conocimiento y permiten obtener una visión más integral de uno mismo y del mundo en general.