El pasado 5 de junio se llevó acabo la siembra de un árbol frente a la Plaza del Hongo con el fin de rememorar a Guillermo Chaves Hernández, arquitecto, magister en paisajismo y diseño de sitio, y docente de la escuela. Además fue hermano de Ricardo Cháves Hernández, quien también da clases en la escuela. Lastimosamente Guillermo nos dejó en marzo de 2022, pero quienes tuvieron la oportunidad de conocerlo lo recuerdan como una persona sumamente apasionada por su trabajo, por la docencia, y de gran calidad humana.
Para conocer un poco más acerca de la actividad, nos acercamos a nuestra docente, Arq. Mag. Laura Chaverri Flores. Ella fue compañera de trabajo y amiga de Guillermo, y además fue quien organizó este evento.
Este evento es un homenaje al aporte tanto académico como profesional del arquitecto, magister en Paisajismo y Diseño de sitio, Guillermo Chaves Hernández. Desde hace algún tiempo tenía la idea de hacer un acto de siembra conmemorativo para Guillermo en la Universidad. Propuse la actividad como parte de la Semana del Ambiente a la Comisión ambiental de la Escuela de Arquitectura a la que pertenezco y a nuestra directora Zuhra Sasa. Todos estuvieron anuentes a llevar a cabo la actividad por lo que con el apoyo de ellos y del profesor Mario Blanco de la Escuela de Biología, se logró finalmente la siembra el miércoles 05 de junio del 2024.
Guillermo fue un profesor tanto de grado como posgrado de la Escuela de Arquitectura, de gran calidad humana, siempre dispuesto a conocer, colaborar, enseñar, aprender y transmitir su gran pasión: la arquitectura del paisaje. De igual forma, tuvo una obra profesional muy importante, destacando en proyectos de gran calidad paisajística como el Plan maestro y Jardín de Viveros Bios, en San Antonio de Escazú y los Jardines de Pico Blanco en Escazú, entre muchos otros. Se especializaba en obras que integran la arquitectura, el diseño urbano y el paisaje de una forma artística, con fluidez y bajo impacto ambiental. También fue investigador de diferentes proyectos de la Escuela de Arquitectura así como dibujante y pintor autodidacta con una larga trayectoria.
Guillermo nos dejó un gran legado escrito como artículos, blogs, charlas grabadas en Youtube, en el canal “Arquitectura, Ambiente y Paisaje, UCR”, que pueden ser consultados en el futuro. De igual forma, junto con Carlos Jankilevich hicimos una presentación sobre la importancia de su legado que se encuentra disponible en la siguiente dirección https://www.youtube.com/watch?v=dktA7KLgAEs en donde se muestra el gran talento de diseño que poseía así como varias de sus obras tanto profesionales como de investigación.
Guillermo dejó además, una gran huella en sus estudiantes, ya que en sus clases combinaba la parte teórica y práctica, en donde la gira de campo era una herramienta muy importante de enseñanza sobre todo en proyectos que él mismo había diseñado.
Aunque Guillermo y yo estudiamos en la Escuela, somos de generaciones distanciadas. Me parece que lo conocí cuando entré a la Maestría en Paisajismo y diseño de sitio en el 2006. Él fue estudiante de la primera generación de la Maestría mientras que yo entré en la segunda. En algunos cursos Guillermo era invitado como expositor y para dar algunas clases tanto teóricas como prácticas. Luego de graduarme y entrar a trabajar como docente en la Escuela de Arquitectura, comenzamos a trabajar juntos tanto en docencia como en investigación, así como en varios proyectos profesionales. Desde ese momento, fue mi compañero de trabajo más cercano, en donde nos apoyábamos mutuamente, y nació una gran amistad.
Compartimos un sin número de maravillosas travesías, tanto académicas como personales. Además nos complementábamos muy bien, pues yo soy un poco intensa y muy activa, mientras que él siempre manejaba una paz interna y tranquilidad, que hacía nuestro trabajo más llevadero. Además, compartíamos muchos intereses como el aprecio a la naturaleza, a las culturas, las caminatas en bosques, entre otros.
Guillermo fue una persona muy sensible, siempre inquieto por investigar y conocer más sobre el paisaje. Tenía enormes conocimientos en muchas áreas como el diseño, la botánica, la composición, el ambiente en general. Además contaba con una habilidad nata para el dibujo a mano. Era una persona de habla pausada, que transmitía mucha serenidad y paz.
En los últimos años estuvo practicando mucho yoga y natación, y siempre comentaba lo bien que le hacía su práctica. También le encantaba viajar y conocer nuevos países, sus costumbres y diversidad de paisajes. Pudimos viajar juntos a Congresos del IFLA (“International Federation of Landscape Architects”) realizados en Uruguay, Colombia y Panamá. Es así como con sus charlas y participación activa en talleres y actividades académicas, comenzó a ser muy querido y reconocido en diferentes partes de Latinoamérica.
Este acto de siembra simboliza muchas cosas, primero reconocer el valor de la vida por medio del nacimiento o consolidación de otra especie. También le recuerda a las futuras generaciones el legado de Guillermo y su constante defensa por el Medio ambiente, desde la siembra de una especie nativa poco utilizada como ornamental, justamente el día del Ambiente. También es un acto de recuerdo, en donde muchos sentiremos su presencia en la Escuela viendo como crece el árbol o atrae a otras especies de fauna.
La especie es Bakeridesia vulcanicola. En uno de los últimos proyectos realizados junto a Laura Rodríguez, Guillermo estaba buscando esta especie nativa que le había llamado la atención y no se reproducía con frecuencia en viveros de Costa Rica. De esta forma, elegir esta especie poco utilizada como ornamental y en paisajismo representa parte del legado de Guillermo de continuar la investigación, experimentando con nuevas especies nativas. De igual forma, tiene un importante aporte ecológico pues sus vistosas flores amarillas atraen insectos y colibríes por lo que va a aportar mucho colorido y movimiento al acceso del edificio de la Escuela Arquitectura.
Me parece importante destacar que Guillermo será un importante referente para el paisajismo costarricense que nos deja diferentes proyectos de gran expresividad y sensibilidad artística con presencia de nuestra flora tropical.
Por otro lado, Guillermo fue un profesor muy comprometido que participó en la formación de muchos estudiantes a quienes inspiró y motivó a culminar sus procesos de maestría. De esta forma, su legado va más allá de lo tangible y nos deja también muchos conocimientos a través de sus estudiantes y amigos.
Al evento asistieron docentes, estudiantes, y familiares de Don Guillermo, entre ellos tres de sus hermanas y su sobrina. En la imagen se observa a su madre, Doña María Hernández, mejor conocida como Doña Mayra, inaugurando la placa conmemorativa.
A pesar de que comenzó a llover, eso no detuvo a varios docentes, amigos y familiares de compartir algunas palabras de aliento en memoria de Don Guillermo. Aunque él ya no esté con nosotros, su legado se mantiene vivo en la memoria de cada persona que compartió con él. Por otra parte el árbol también pasará a representar su espíritu, y será un nuevo símbolo de Arquis que nos recibirá cada vez que entremos al edificio.
Posteriormente el 19 de junio el equipo organizador propuso sembrar otro árbol en honor a Guillermo, de la especie Bernoullia flammea, más monumental y de origen centroamericano, en la macetera de ingreso a la escuela de Arquitectura y en los alrededores..