Desde la Escuela de Arquitectura nos interesa visibilizar la experiencia académica de los y las estudiantes de Arquitectura en otras escuelas, países y culturas. Por tanto les compartimos la experiencia de Analejandra Morera Chavarria durante el semestre pasado en la Universidad de Pisa en Italia.
Creo que una de las principales razones era practicar el idioma. Utilizarlo como un medio para aprender y tener un acercamiento un poco más cercano con el país, su cultura, historia y las personas. También, conocer y descubrir nuevos temas o áreas de conocimiento que para mí eran desconocidas. Ver el como se aprendía o se enseñaba la arquitectura desde un contexto, entorno y país diverso.
Creo que, para hacer esa selección, escogí primero un destino y luego la universidad. Una de las razones por las que escogí Italia fue a raíz de los primeros cursos de la escuela.
Recuerdo que, al inicio de la carrera en los cursos de historia, me llamó la atención como Italia fue un epicentro de tantos acontecimientos históricos y movimientos artísticos que dieron paso a transformaciones sociales o políticas y como algunas de ellas se mantienen incluso hasta la actualidad.
Recuerdo también ver un pequeño texto en italiano en uno de los encabezados de los textos de clase, creo que ese momento fue una de las motivaciones para aprender el idioma y ver cómo podía convertirse en un medio de acceso para conocer un poco más de cerca sobre esa riqueza histórica y cultural.
De cierta forma había visto tantas imágenes del país y sus lugares que pensaba que ya lo conocía. Pero estar ahí, en los sitios que había visto y sentirme de cierta forma pequeña en un sin fin de espacios monumentales no solo a nivel arquitectónico sino naturales, me seguía pareciendo irreal, era un sueño cumplido.
En cuanto a lo académico mis expectativas de cierta forma al inicio se acompañaban de un poco de temor. Pues sabia que era tomar lecciones en un idioma diferente y se encontraba ese miedo de no comprender los temas o no dar con un buen resultado. Pero creo que al final hay una sensación muy bonita de como se puede ver ese progreso con el manejo del idioma y también con el apoyo de los profesores y estudiantes de la universidad.
Escogí dos cursos del plan de estudios, el Taller de Diseño y un curso optativo que consistía en la Historia y Ciencia del Paisaje.
Durante el proceso, la primera diferencia que encontré y que me llegó a asustar un poco fue la diferencia entre los planes de estudio, en un inicio pensaba que no existían similitudes, después con un poco más de tiempo, noté que solamente era una organización diversa.
Otra diferencia era el sistema de matrícula, es decir no hay uno en si a inicios del semestre. Es decir, puedes armar un plan con los cursos que te llaman la atención y asistir a las lecciones, luego, si llega a haber uno que no te llama la atención por sus contenidos se puede dejar de frecuentar. El equivalente a la matricula es un proceso de inscripción a las sesiones de exámenes que ocurren al final del semestre, ahí presentas el proyecto que desarrollaste.
En lo académico, una de las experiencias que más recuerdo, fue la visita a Fondazione Renzo Piano en Genova. Es un espacio visto como un “archivo vivo” donde estudiantes, profesores y distintos profesionales pueden realizar visitas y tener acceso a cierta documentación de los proyectos realizados. Había maquetas, planos y dibujos desde el inicio como el Pompidou y otros mas recientes que estaban por iniciar a ser construidos.
Luego a nivel de ciudad, cada día se podía ver algo nuevo. Creo que cuando uno es nuevo en un lugar se les presta una mayor atención a los detalles, entonces cada día se acompañaba con esa emoción de ver algo nuevo. También esa facilidad de transporte y acceso a la ciudad, como con el tren o metro se podía ir a nuevas ciudades y ver lugares sorprendentes.
Me parece que desarrollar un nivel de respuesta en un entorno desconocido, desde el ámbito académico hasta la vida cotidiana en la ciudad. De cierta forma, fortalecer también ese sentido de seguridad al tomar las decisiones en los diversos aspectos. Sin duda, es una experiencia llena de emociones que dan ganas de revivirlas y que no imaginaba todo lo bonito que conllevaba cuando me encontraba al inicio de este proceso.
Inspirador, enriquecedor, inimaginable.
Enriquecedor, porque se conocen tantas cosas nuevas y desconocidas que te motivan a seguir conociendo y explorando sobre ellas. Luego, creo que inspirador e inimaginable están relacionadas, porque cuando termina la experiencia vez que te habías preparado para ese período y resulta que superó todo aquello que imaginaste. Es por eso que se convierte en algo inspirador, es como una vocecita que queda y te dice que siempre hay cosas nuevas por descubrir.
Me parece que establecer un objetivo para utilizarlo como un norte y motivación para el desarrollo de la experiencia. Movilidad académica se convierte en un vehículo que te puede llevar por un sin fin de rutas, donde al final es tu objetivo el que lo dirige mientras vas conociendo nuevas cosas, lugares y personas.