Retomamos la serie de entrevistas a estudiantes que realizaron movilidad en el año 2022. Esta vez conversamos con Julián Roldán, quien realizó estudios en la Universidad Politécnica de Madrid.
Además de la arquitectura, siempre me he interesado mucho por conocer otras culturas y su forma de vida, muchas veces a través de libros. Realmente buscaba experiencias más allá de lo cotidiano, ampliar mi visión sobre cómo hacer las cosas desde distintas perspectivas, poder sentir más allá de la imagen plasmada en un atlas de la arquitectura. Además buscaba poder ampliar mis destrezas con otros cursos complementarios como la arquitectura paramétrica. Creo que las experiencias forman parte de nuestra formación como personas y fue justo por esto que decidí que era un buen momento para realizar una movilidad estudiantil fuera del país.
Escogí España principalmente porque ya tenía claro que quería ir a la Universidad Politécnica de Madrid. Sobre la Escuela Técnica Superior de Arquitectura (ETSAM) de la Universidad Politécnica de Madrid, desde mucho antes había investigado sobre su trabajo de formación en arquitectura y su relación con arquitectos de renombre internacional como Alberto Campo Baeza y Félix Candela. También me interesé por un curso que impartían sobre formación básica en arquitectura paramétrica.
Principalmente esperaba poder ampliar mi visión sobre cómo entender la arquitectura, poder tener la oportunidad de escuchar y compartir otras posiciones sobre cómo hacer arquitectura, poder conocer nuevos lugares, vivir nuevas experiencias, intercambiar ideas con personas de otras partes del mundo.
Llevé la asignatura de Proyectos 7, que corresponde al taller de diseño en Costa Rica, en el cual realizamos una serie de proyectos en la medina de Fez y el desierto del Sahara en Marruecos. También cursé el Taller Experimental 1: Arquitectura Paramétrica como curso complementario a la malla curricular de la Escuela de Arquitectura de la UCR.
Descubrí que hay algunas similitudes entre ambas escuelas, por ejemplo la administración de los grupos de talleres / proyectos es similar, donde cada grupo se organiza en distintos niveles de taller conjuntos y cuenta con un equipo de profesores. Otra similitud es la visión de que el contexto como parte del desarrollo de un proyecto es de gran relevancia en el desarrollo de las propuestas de proyectos / taller de diseño. Por otro lado, en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid existe cierto énfasis en las matemáticas dentro del diseño, como lo es el enfoque que se le da al curso de diseño paramétrico donde las matemáticas forman parte crucial del aprendizaje y que busca, con asignaturas previas, el origen geométrico de las formas para así poder hacer una manipulación consciente de ellas mediante herramientas de diseño paramétrico.
Madrid es una ciudad llena de vida a todas horas, con muchos espacios destinados al disfrute de sus habitantes como plazas y parques que además cuentan con redes de conexión entre sí y permiten al usuario movilizarse fácilmente ya que la ciudad cuenta con un gran sistema de de transporte público eficiente y de bajas emisiones de carbono, de modo que es posible llegara todas partes ya sea caminando, en metro, bus, bicicleta e incluso scooter eléctrico en gran parte de la ciudad, así que es fácil encontrar todo lo que se necesita a menos de 20 min de distancia, es una ciudad bien organizada de uso mixto donde no hace falta trasladarse durante horas, lo que la convierte en un ejemplo de ciudad de 20min.
Además, por casualidad, tuve la oportunidad de formar parte de una serie de proyectos en Marruecos como parte de la asignatura de diseño, lo que me llevó inesperadamente a viajar junto a los profesores y compañeros a la medina de Fez y adentrarme dentro de sus más de 9000 callejones llenos de historia, escuchar el llamado a la mezquita desde las predominantes torres distribuidas entre la medina, visitar las curtiembres tradicionales donde el predominante olor de la curtiembre forma parte del paisaje. También visitamos el desierto del Sahara como parte del análisis de sitio, donde montamos durante 1 hora en camello para llegar a un campamento de jaimas en medio del desierto y poder convivir junto a los nómadas bereberes y bailar al ritmo de sus cantos y tambores junto al fuego, bajo la luna y las estrellas.
Además, pude asistir a una serie de debates públicos en la Fundación Norman Foster en Madrid, en el marco del desarrollo sostenible, ciudades y vivienda asequible, donde estuvieron presentes figuras importantes como Norman Foster, Moshe Safdie, Mohsen Mostafavi, Tatiana Bilbao, Alejandro Aravena, entre otras figuras expertas que proponen nuevas trayectorias hacia el futuro en los diversos temas expuestos.
Creo que aprendí muchas cosas que considero importantes, pero una de las más valiosas fue gracias a uno de mis profesores quien nos recomendó ver un documental llamado Potencias de 10, donde cada potencia va revelando cosas distintas, como si fuéramos capa por capa de tejido, donde cada una posee información y relevancia distinta. Y aunque pareciera algo obvio, me hizo reflexionar sobre cómo entiendo la arquitectura y tras haber tenido la oportunidad de viajar con los profesores a Marruecos, pude entender que aquello que parecía obvio se convirtió en una experiencia sumamente amplia que me permitió entender mejor el por qué de las cosas.
Creo que lo más importante es tomar riesgos en busca de experiencias que nutran a cada persona. Dependiendo del interés personal creo que es importante revisar qué destinos se ofrecen y en base a los intereses de cada persona tomar una decisión. En el proceso hay más personas que se encontrarán en la misma situación, por lo que muchas veces se hacen amigos durante ese proceso. Cada experiencia es única y creo que todo lo que se aprende al final es de gran provecho para el desarrollo tanto académico como profesional a futuro.
Definitivamente haber tenido la oportunidad de realizar este proceso junto a Fabián me ayudó muchísimo a poder enfrentarme a todo el proceso sabiendo que hay alguien más ahí que comparte algo con uno, en este caso ambos siendo costarricenses y estando en la misma universidad, ya que al estar en un país distinto existen diferencias culturales entre otras, pero de esta forma el proceso fue más ameno y el cambio fue paulatino. Al final pudimos compartir muchas experiencias como asistir a la Fundación Norman Foster o ir el fin de semana a conocer otras partes de España. Lo mejor de todo es saber que me llevo de esta experiencia una nueva amistad, siendo ambos de generaciones de la UCR distintas.