Investigadora principal: Rebeca Woodbridge Ortuño
Asilo, Manicomio
La separación espacial ha sido una de las respuestas más recurrentes para lidiar con la locura. En el mundo occidental de los estados nacionales, estas formas de segregación dan pie a la creación de instituciones y sus respectivas formulaciones espacio-temporales. La presente investigación se interesa por el surgimiento de la institucionalidad psiquiátrica costarricense. Específicamente, el lente se enfoca en el Hospicio Nacional de Locos, luego Asilo Manuel Antonio Chapuí, y a través del análisis de fuentes históricas, se pregunta por la forma material que adquirió la contención y el tratamiento de la locura en la Costa Rica decimonónica.
La separación espacial ha sido en el mundo occidental una de las respuestas sociales más frecuentes para lidiar con la locura. Si históricamente consistió en el encierro indiscriminado de todo lo considerado indeseable, el paradigma asilar que comienza a gestarse al final del siglo XVIII en Europa se distinguió por la difusión del confinamiento terapéutico, lo cual colocó a la arquitectura en el centro mismo del saber psiquiátrico, y de una terapéutica que consideró el diseño y la construcción del espacio asilar como principio fundamental de la sanación de la insanidad.