”Arte de hacer ciudades” y cambio político cantonal

En el Siglo XXI el 56% de población mundial vive en ciudades debido a necesidad de entornos beneficiosos para la humanidad. Hoy día el “arte de hacer ciudades” involucra gestiones de gran complejidad; y navegar entre lo local y lo global, entre inversiones públicas y privadas, en ciudades cuasi máquinas que requieren engranajes multifacéticos que brindan diversas calidades de vida a sus habitantes. Recientes cambios políticos cantonales en nuestro país, pueden ser excelentes escenarios para mejorar nuestras ciudades mediante procesos de revitalización, regeneración o renovación, y llevar a cabo planteamientos espaciales para lograr bienestar general.

Deben haber diálogos entre perspectivas urbanas para desarrollar ese “arte de hacer ciudades” que necesitamos. Es importante realizar Estudios de casos para conocer experiencias de ciudades atractivas internacionales, (Barcelona, Singapur, Curitiba, Ámsterdam, por mencionar algunas) y enrumbar la sostenibilidad urbana bajo pilares ambientales, económicos, sociales y culturales; pero es imprescindible una visión humanista que guíe esa planificación estratégica de ciudades.

Históricamente la política ha intervenido en el desarrollo urbano y puede ser mecanismo para transformar ciudades en organismos vivientes, mediante gestiones institucionales, junto a la participación de sus habitantes. El fin es lograr ciudades creativas con cualidades sensoriales; descubrir potencialidades de cada municipio, lograr ciudades de diferentes escalas, más accesibles y atractivas, para una mejor calidad de vida.

¿Cómo unir ambiciones políticas y proyectos urbanos? Podríamos aprender de ciudades famosas por eventos culturales o religiosos, junto a sus poblaciones; como son Antigua, Guatemala, o Sevilla, o Roma; o por carnavales como Nueva Orleans, o Río de Janeiro; de igual forma, ilustrarnos conociendo ciudades con edificios emblemáticos como Bilbao, con su Museo Guggenheim, o rescatando recursos naturales como el Rio Mapocho en Santiago, Chile y el Rio Medellín, Colombia. Así mismo, podemos valorizar lugares por su singular gastronomía como varias ciudades italianas, o mercados atractivos como Santa Caterina, Barcelona, que también regeneró su edificio histórico.

Debemos preguntarnos ¿Qué indica la historia del Lugar? y ¿Qué valores deben rescatarse y sobresalir en nuestra sociedad?¿ Por qué son importantes las historias de vida de habitantes, sus vivencias espaciales, “lifeworlds” y costumbres? ¿Por qué es importante observar, documentar, evaluar y re-diseñar el espacio urbano para el ser humano?

Destacar a Kevin Lynch, (1918-1984); diseñador urbano, académico y escritor, quien explora la imagen urbana y elabora técnicas para lograr el diseño y sentido de las ciudades, para ser visionarios y valorizar el espacio en que vivimos y trabajamos. Lynch nos hereda un pensamiento sencillo pero determinante: “Después de todo lo hay que decir y hacer; la persona, el ciudadano es realmente la Ciudad”.

De sus aprendizajes debemos re-inventar ciudades para las personas, no sólo para la infraestructura vial congestionada ni los ‘malls’; re-valorizar espacios desde diversos vértices y trabajar paralelamente lo físico espacial junto ámbitos sensoriales, culturales, artísticos y del comportamiento humano; logrando ciudades psicológicamente y emocionalmente sostenibles.

Debemos reforzar la participación ciudadana para mejorar la imagen de nuestras ciudades mediante inclusión y creatividad; ya sea en la costa ó la montaña, desde el norte ó sur del país, re-inventando valles y montañas, puertos ó áreas metropolitanas, rescatando lugares con memorias olvidadas, vistas y perspectivas ignoradas, re-valorizando nuestra gastronomía diversa, rescatando aceras, espacios públicos deteriorados y espacios verdes olvidados, logrando nuevamente la valiosa armonía barrial, destacando coloridos de zonas rurales cercanas y el esplendor de sus ríos, árboles, flora y fauna; resucitando y creando murales urbanos, conservando y conviviendo nuestro patrimonio histórico arquitectónico generalmente deteriorado; borrando la violencia en calles y avenidas; como muchas otras situaciones críticas nacionales, y lograr así el carente y necesario “arte de hacer ciudades”.

Desde el Parque Francia hacia URBN en Barrio Escalante. Fotografía: Marcela Vargas Rojas