El pasado lunes 7 de Octubre se llevó a cabo la graduación ordinaria de la Facultad de Ingeniería en el Aula Magna. En ella, más de cien estudiantes de carreras como Ingeniería Eléctrica, Ingeniería Mecánica, Ingeniería Civil, y por supuesto, Arquitectura, recibieron sus títulos tanto de bachillerato como de licenciatura.
Sin embargo, hubo una graduada que destacó no solo por ser la única Mención de Honor en Arquitectura, sino la primera en la historia de la escuela. Se trata de Nicole Charrualde Vargas, una joven que con mucho esfuerzo y perseverancia obtuvo este reconocimiento. La Escuela de Arquitectura se fundó en 1971, lo que significa que pasaron 53 años para que Nicole fuera la primera graduada en alcanzar este logro con un promedio ponderado de 9.15.
La ceremonia inició a las 10 de la mañana, con la presencia del Dr. Gustavo Gutierrez Espeleta, rector de la universidad, y la Dra. Maria Laura Arias Echandi, vicerrectora de investigación. Cada quien se tomó un momento para brindar palabras de motivación a los y las graduadas ante el inicio de sus carreras como profesionales. Momentos después se inició con la entrega de los títulos, donde a pesar de la multitud, Nicole no pasó desapercibida, y es que su logro fue toda una noticia.
A raíz de este acontecimiento, surgió un interés por conocer más acerca de Nicole y su camino por la escuela. Tuvimos la oportunidad de conversar con ella y aprender un poco acerca de su historia. A continuación, una entrevista con Nicole Charrualde acerca de su trayectoria en arquis, y su crecimiento tanto académico como personal.
En primer lugar, quisimos saber ¿Quién es Nicole Charrualde?, ¿Cuáles son sus hobbies y sus gustos?. Qué mejor manera de hacerlo que preguntarle a ella misma. Esto fue lo que nos comentó:
“Nicole es una persona dedicada, detallista y creativa. En lo personal, me considero tranquila y un poco reservada, además valoro mucho el tiempo que paso con mi familia y amigos. Siempre que puedo, me gusta ayudar a los demás. Toda la vida me ha apasionado el diseño, y siento que eso se refleja tanto en mi vida profesional como personal, por eso me gusta hacer actividades que me ayuden a desarrollar mi lado creativo como dibujar, coser. y modelar en 3D. También me interesa mucho la representación tridimensional”.
Además nos compartió algunas de sus obras que muestran su lado más creativo y su amor por los animales:
“Me gusta escuchar música, ir a la playa, conocer lugares nuevos, especialmente rodeados de naturaleza y hacer actividades al aire libre como andar en bicicleta, senderismo, entre otros. También me gustan mucho los animales, en especial los perros”.
Una persona tranquila y creativa, dos cualidades que comparten muchos arquitectos y arquitectas alrededor del mundo, especialmente la segunda. Es por eso que quisimos saber ¿Qué la motivó a estudiar arquitectura en la Universidad de Costa Rica?. Lo primero que nos dijo fue lo siguiente;
“Toda la vida me ha gustado el diseño, el dibujo y lo que involucre crear cosas, no solo en arquitectura, sino en otros ámbitos también. Por eso siempre me interesaron carreras relacionadas a eso, como arquitectura, diseño gráfico, o de modas”.
Sin embargo, Nicole tuvo una experiencia antes de entrar a la universidad que la hizo decidirse por la arquitectura, y esa fue ayudarle a su tía con el diseño de locales comerciales para su negocio.
“Me hizo darme cuenta de que me gustaba la idea de resolver problemas espaciales mediante el diseño, también que tenía cierta facilidad para expresar mis ideas gráficamente. Eso sumado al interés que siempre tuve por mejorar algunos espacios de mi propia casa donde pensaba diferentes posibilidades y buscaba la forma de representarlas, lo que me hizo darme cuenta que arquitectura es lo que quería estudiar”.
Fue así como ingresó a la escuela con 17 años de edad. Mirando hacia el pasado, ella rescata la importancia no solamente de la autocrítica, sino el saber valorar las críticas constructivas de los demás. Ambos puntos, sumados al entender que las cosas siempre pueden mejorarse fueron algunos de sus mayores aprendizajes.
“Entendí la importancia de ver los problemas desde distintas perspectivas, sin quedarme con la primera solución que se me ocurra. Aprendí también que los procesos creativos no son lineales y que hay muchas formas de resolver un mismo problema. Otro aprendizaje que tuve fue la importancia de ser organizada con el tiempo y de ser perseverante y no rendirse al primer fracaso. También puedo decir que entendí que la arquitectura es una disciplina muy compleja y amplia que involucra tener conocimientos en otras áreas y mantenerse en constante aprendizaje”.
También nos comentó que el camino no siempre fue sencillo, ya que al igual que los demás estudiantes de nuestra escuela, Nicole se enfrentó a momentos desafiantes a lo largo de su carrera. Sin embargo, rescata que cada uno de ellos le sirvió para aprender cosas nuevas que ahora aprecia. Es por eso que quisimos saber ¿Qué le diría a la Nicole de hoy en día con todos sus conocimientos, a la Nicole del primer año de carrera?. Esta fue su respuesta;
“A la Nicole del primer año le diría que no se rinda, que aunque al principio la carrera pueda parecer difícil y confusa, hay un momento donde las cosas empiezan a cobrar sentido. Que disfrute del proceso aprovechando cada curso y cada taller sin preocuparse tanto por terminar rápido. También le diría que van a haber muchos retos que la van a sacar de la zona de confort y van a parecer muy difíciles, pero que terminarán siendo clave para su crecimiento, tanto personal como profesional, además de demostrarle que es capaz de hacer muchas cosas que antes pensaba que no podía”.
Palabras que no solamente demuestran su crecimiento como persona y arquitecta, sino que también pueden alentar a los estudiantes de nuevo ingreso o a los futuros alumnos que están por ingresar a esta escuela. Si bien es cierto, la arquitectura es una disciplina que puede resultar abrumante al inicio, pero tal y como mencionó Nicole; “hay un momento donde las cosas empiezan a cobrar sentido”. Precisamente esto nos hizo querer saber un poco más acerca de esos momentos donde todo cobró sentido para ella, ¿Cuáles recuerdos y proyectos más disfrutaste a lo largo del viaje por Arquis?;
“Uno de mis recuerdos favoritos fue en el curso de estructuras, cuando vi un diseño académico mío materializarse por primera vez”, recordó Nicole. “Se trataba de un prototipo para una "estación de descanso" para los estudiantes después de las entregas. Tenía hamacas, espacios para sentarse, juegos de luces y forma hexagonal. Fue muy gratificante ver el resultado final".
“Con respecto a los talleres considero que cada uno tuvo su aprendizaje, enfoques y retos diferentes. Destacaría mi taller 6, donde el enfoque fue la "obsolescencia, rehabilitación y reposicionamiento". En ese taller siento que aprendí mucho y fue uno que varias veces me sacó de mi zona de confort. Además, fue casi a mitad de carrera, en un punto donde sentí que hubo una transición, donde empezó a dársele más importancia a requisitos técnicos o de legislación pero aún conservando cierto nivel de creatividad y riesgo como en los talleres anteriores”.
Uno de los proyectos que más disfruté se trató de darle un nuevo uso a un espacio obsoleto: donde propuse un "Laboratorio de expresión musical" en la gasolinera abandonada "La Primavera". De forma general el proyecto era un complejo musical con estudios de grabación, salas de ensayo, auditorio, estudios de podcast, sala de exposiciones musicales, entre otros".
"El proceso creativo empezó a partir de las conclusiones del trabajo grupal del taller. Después de esto hice una investigación sobre el emplazamiento, las necesidades espaciales de un proyecto de ese tipo y las dinámicas actuales del lugar donde se detectó una falta de espacio urbano adecuado, que después incluí en la propuesta. Luego pensé en el concepto, en este caso "la música como espacio". A partir de eso, hice exploraciones volumétricas, que tuvieron varios procesos de cambio y mejora, hasta que encontré la que me dirigió hacia el diseño final. En todo el proceso traté de mantener siempre el concepto, de ahí la geometría, los colores, la idea de tener algunas columnas inclinadas y elementos como puentes que conectan los volúmenes, entre otros”.
Adicionalmente, Nicole nos compartió imágenes de algunos proyectos que realizó a lo largo de su carrera.
Sin duda alguna, los trabajos y obras de Nicole permiten apreciar su dedicación y tiempo invertido. Habiendo sido la primera estudiante en lograr graduarse con honores, quisimos saber ¿Cuáles fueron los principios a lo largo de los años que la llevaron al éxito?:
“Primero que nada, es un honor para mí ser la primera en lograr graduarse con honores, y algo que me llena de emoción. Desde la escuela, siempre fui responsable, enfocada e intenté dar lo mejor de mí, y es algo que apliqué en toda mi vida académica. Los principios que me guiaron fueron tener pasión por lo que hago, la constancia y siempre buscar superarme y sentirme orgullosa de lo que hago porque gracias a Dios me ha dado resultados gratificantes”.
Los requisitos para que una persona estudiante de la Universidad de Costa Rica pueda optar por graduación de honor son: tener un promedio ponderado total superior o igual a nueve, sin aplicar el redondeo, y no haber perdido ningún curso de su plan de estudios. Como se mencionó anteriormente, en 53 años de historia de la Escuela de Arquitectura, esto no había ocurrido.
Antes de concluir, Nicole quiso dar un mensaje a la escuela, profesores, y estudiantes.
“Estoy profundamente agradecida con la escuela y los docentes por todo lo que aprendí a lo largo de estos años por darme las herramientas para crecer profesional y personalmente. A los estudiantes les diría que confíen en sus ideas y en su proceso. Que hay momentos en la carrera donde surgen muchas dudas, y uno se cuestiona si continuar o no, pero creo que lo importante es no rendirse y disfrutar del proceso. Creo que la arquitectura es una carrera que requiere vocación y pasión, y que aunque puede ser difícil y demandante, es también una carrera muy bonita que se disfruta mucho”.
Al tratarse de la primera ocasión en donde una estudiante logra obtener una mención de honor, nuestra directora, la Dra. Zuhra Sasa Marín comentó lo siguiente;
“Desde la dirección de la Escuela de Arquitectura, envío una merecida felicitación a Nicole por todo su esfuerzo y el trabajo que le comprendió lograr esta graduación de honor. Este logro también es para la Escuela que, por primera vez, tiene una graduada de honor, y bien es sabido por todas las personas estudiantes, que este es un doble logro, en una escuela en donde las calificaciones de los cursos y el rendimiento de los mismos, se ve afectado por el peso que tienen los talleres de diseño tanto en créditos cómo en las calificaciones mismas.
Este mérito de Nicole es la demostración de que las personas que estudian arquitectura pueden obtener, además del aprendizaje que todos y todas obtienen, resultados y calificaciones altos y de honor. Creo que el ejemplo de Nicole debe ser una meta para muchos y muchas estudiantes de arquitectura, que hacen un esfuerzo extra para mantener promedio que, eventualmente les permita, obtener este honor universitario. Le deseo a Nicole una vida profesional llena de momentos de honor como el de su graduación y aliento a toda la población estudiantil el desarrollo de un trabajo certero que les llene de orgullo y satisfacción”.
A lo largo de su camino por la escuela de arquitectura, Nicole Charrualde demostró ser una persona dedicada y resiliente que siempre dió lo mejor de sí misma. El hablar con ella nos permitió darnos cuenta que sus habilidades artísticas siempre estuvieron muy presentes en su vida y en su trayectoria que la llevó a convertirse en arquitecta. Su mención de honor no solo es motivo de orgullo, sino recompensa del arduo trabajo que realizó a lo largo de todos estos años. Es por eso que le deseamos muchos éxitos en esta nueva etapa de su vida que acaba de comenzar, ¡no cabe duda que llegará muy lejos!
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